La adversidad en la infancia temprana, debido a problemas como la falta de recursos económicos o los conflictos, se ha relacionado de forma histórica con problemas relacionados con la salud mental y un funcionamiento cognitivo deficiente a medida que los niños crecen. La evidencia científica ha revelado que el periodo en el que el cerebro se desarrolla con mayor rapidez es durante los dos o tres primeros años de vida. Un lapso temporal crítico en términos de adaptabilidad y capacidad de respuesta.
Los problemas y adversidades que se experimenten en estos primeros años, como una mala nutrición, falta de estímulos o carecer de las protecciones adecuadas, pueden tener efectos perjudiciales con repercusión durante toda la vida. Estos factores desempeñan un papel fundamental clave en el desarrollo de los más pequeños, pero hasta ahora se ha ahondado poco en cómo interactúan y evolucionan con el tiempo.
Un grupo de investigadores pertenecientes a la Universidad de Cambridge, en colaboración con expertos en Nigeria, ha analizado la interacción entre la adversidad en la infancia temprana, las dificultades relacionadas con la salud mental y el funcionamiento cognitivo a lo largo de toda la infancia. Los resultados han sido publicados en la revista Journal of Child Psychology and Psychiatry. La conclusión principal es clara: la salud mental infantil se ve afectada en la medida en que la adversidad en las etapas tempranas impacta en el funcionamiento cognitivo posterior.
Jiménez, Á. L. (2023, 3 marzo). Adversidad en la infancia temprana y salud mental - Consalud. ConSalud.es.https://www.consalud.es/pacientes/adversidad-infancia-temprana-riesgos-salud-mental-ninos_127087_102.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario